jueves, 2 de febrero de 2012

¡Gracias y Hasta Luego!

Pasaron 3 años. Me cuesta creerlo, realmente. 
Allá por 2009, en pleno verano porteño, comencé a postear en este blog. Y digo que me cuesta creerlo porque hasta unos meses antes, no tenía ni la más mínima idea sobre qué era un blog o una "bitácora", como lo llaman en España (¡Siempre tan decididamente castellanos!). 
Todo surgió para un ejercicio práctico de un curso que pedía  la creación de un blog y que me enseñó la utilidad de semejante herramienta, desconocida por mí hasta ese instante. 
Pasaron unas pocas semanas de finalizar la cursada y, por esa trasnochada ociosidad que trae el verano, la idea fue tomando forma, despacito. 
La verdad que apareció para tapar un problema que venía arrastrando: La vagancia para sentarme a escribir cuentos o relatos; un delirio que me apasionó desde que descubrí la felicidad que produce leer un cuento de Soriano o Fontanarrosa
La cuestión es que crear un blog me pareció una buena excusa para "auto-obligarme" periódicamente a subir un relato, cuento, microrrelato o, por lo menos, algunos párrafos que delinearan algo cercano a una historia
Así comenzó todo, caprichosamente, el último día del mes de enero de 2009. Y lejos de lo que imaginé, me resultó muy agradable la experiencia como para detenerme a tiempo.  
Hasta ahí, todo salió increíblemente. Aunque todavía faltaba un detalle fundamental para que esta locura se extendiera durante 3 años. Sucedieron dos cosas impensadas. Por un lado, me animé a "mostrar" lo que escribía a través de Facebook, entre amigos, por supuesto, lo que me garantizaba sólo palabras de aliento ya que -me gusta creer- me tienen un ¡poquito de estima al menos!
Como consecuencia de eso, ocurrió el segundo hecho aún más increíble: Los amigos apoyaron e impulsaron, y un milagroso "boca a boca" hizo que llegaran hasta el blog otras personas desconocidas que también leyeron los relatos. Incluso pasaban semanalmente a buscar la actualización o dejaban comentarios muy alentadores. ¡Alucinante! 
Fueron años hermosos, de una experiencia inolvidable que dejará online alrededor de 100 relatos (algunos malos, otros regulares y el resto... ¡Peores!).
De amigos, de padres, de abuelos, de borrachos y  fantasmas. De la infancia, crónicas y anécdotas de pueblo (¡gracias ISLG por el premio!). 
Pero como dice la canción, "todo tiene un final, todo termina...". Y acá termina la etapa del Blog Menos Pensado. Al menos con el formato actual, dedicado a relatos y cuentos (¡perdón a la literatura!).
Si Dios quiere (el otro, claro), no será el cierre definitivo del ciclo porque está muy fuerte el deseo de dar un pasito más. Pero como todavía sigue siendo apenas un sueño para 2012, mejor no contar demasiado...
Por lo pronto, sólo me queda AGRADECERLES a todos los que se tomaban unos minutos de su tiempo para meterse en estas ficciones. 
A los que me decían que se emocionaron con algún relato, a los que me hicieron críticas y recomendaciones, a los que se vieron reflejados en un personaje o se sintieron incluidos en una historia. A los que leían a la noche antes de dormirse o los que mataban el tiempo en la oficina. A los que leyeron poquitos e incluso a los que abandonaron a la mitad porque no les gustó nada. Y sobre todo a los que realmente pasaban cada semana a leer... 
¡A TODOS, GRACIAS INTERMINABLES!
No saben la alegría que viví durante este tiempo... Ojalá ustedes hayan podido sentirse -aunque sea una vez- satisfechos por lo que leyeron. 
                                                    ¡Hasta Luego! 


Ps: Mi cariño y gratitud eternos para Martucha, Miguel, Negra, Norita, Diego, Euge, Vivi, Indu, Laura, Marce, Fede, Cecilia, Dani, Gus, Sole, Florencia, Marlene, Vero, Rober, Gaby, Hernán, Kate, Naty, Barbi, María, Urs... Sé que siempre, religiosamente (o vaya uno a saber por qué misterio de la naturaleza) se hacían un ratito para leer los cuentos. ¡Ah! ¡Al maestro Sábat por la caricatura, a Jorh por la tapa y a Marilina por aquella nota! :)