lunes, 14 de noviembre de 2011

El último beso

En toda historia de amor hay, por lo menos, un beso.
En la frente, en la boca o lanzado desde lejos.
Soñado, deseado, esperado… Siempre un beso.
También debería existir la tácita obligación
de un último beso.

El Metro cerró la puerta y aún se podía escuchar la voz grabada desde el vagón que anunciaba: “Próxima parada, Alvarado”. Se sabía de memoria la frase después de ver pasar los últimos 6 o 7 trenes. Llevaba casi dos horas sentado al lado de Elena, en un banco de la estación Cuatro Caminos. Allí sería la bifurcación: él seguiría hasta Tetuán, a casa de su amigo; ella tomaría la combinación que la dejaría en el Aeropuerto de Barajas para regresar a su país.
Se habían conocido el día anterior. Religiosamente intercambiaron e-mails, números de teléfonos y las obligadas promesas de un eminente reencuentro. Ambos estaban de vacaciones en España. Él llegado desde Estocolmo y ella desde Bogotá.
Aquella mañana, casi mediodía, Elena tomaba unas últimas fotos en Plaza Mayor cuando él se le acercó para invitarla unas cañas. Dicen que hubo un relámpago en la zona cuando se cruzaron las miradas. Fue una atracción irremediablemente instantánea.
Siguieron juntos el resto del día y pasaron la noche en el hostel de la calle Huertas, donde se hospedaba ella. Al amanecer, ambos bajaron tomados de la mano por las escaleras de la estación Gran Vía. Decidieron que no se despedirían en el aeropuerto. Ninguno soportaba las despedidas, por eso era mejor hacerlo de manera casual: Al bajar del metro, cada uno tomaría una dirección diferente.
Pero no lo lograron. De las tres horas de antelación que Elena calculó para tomar su avión, pasaron dos sentados en el banco de aquella estación. No había demasiadas palabras sino cariños, abrazos, caricias, besos. Se volvieron a juramentar mutuas visitas y, de pronto, se hizo un profundo silencio que duró unos minutos. Entonces, él le robó otro beso. El último. Porque ella se puso de pie y abordó decidida el vagón del Metro que cerró sus puertas apenas subió.